Pasajes con encanto en Barcelona
Rutas 19/02/2025
Barcelona es una ciudad llena de rincones mágicos, donde la historia y la modernidad se entrelazan en cada calle. Entre sus muchos tesoros escondidos, los pasajes son pequeños oasis de tranquilidad y belleza que transportan a otra época. En este artículo, te llevamos a descubrir algunos de los pasajes más bonitos y con más historia de la ciudad, perfectos para un paseo relajado lejos del bullicio turístico.
Passatge de la Pau
Este pasaje se encuentra en pleno Barrio Gótico y es uno de los más representativos de la zona. Su fama proviene de la falta ortográfica que se encuentra en la señalización del lugar, donde "Pasage" aparece en lugar de "Pasaje". Aunque es pequeño, su arquitectura del siglo XIX y su atmósfera tranquila lo convierten en un lugar pintoresco. Además, alberga el estudio de los arquitectos Miralles-Tagliabue, responsables del diseño del Pabellón de la Exposición Universal de 2000, y el Chalet del Moro, un conocido prostíbulo de la ciudad a comienzos del siglo XX. Este pasaje es un excelente ejemplo de la capacidad de Barcelona para fusionar lo antiguo con lo moderno.
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Passatge del Crèdit
El Passatge del Crèdit fue inaugurado entre 1875 y 1879 sobre el terreno que anteriormente ocupaba el convento de la Enseñanza. Aparte de ser famoso por su arquitectura de hierro y cristal, destaca por su importancia histórica, ya que Joan Miró nació en este pasaje en 1893 y pasó sus primeros años allí. De hecho, la habitación 330 del Hotel Rialto con entrada por el Carrer Ferran, es hoy lo que fue la Casa Natal del artista.
Passatge de la Banca
Este pasaje conecta La Rambla con la Plaza del Pi y está situado en el corazón del barrio gótico de Barcelona. Fue creado para dar acceso a las sedes de importantes entidades bancarias en el siglo XIX. La arquitectura del lugar destaca por su toque neoclásico, y en sus alrededores se encuentran importantes edificios de la época que reflejan la pujanza del sector financiero de Barcelona en ese entonces. Enmarcado entre los dos edificios identicos que dan paso al pasaje, se puede ver un palacete de 1873 que se construyó como sede de una entidad bancaria y que un siglo después se convirtió en el Museo de Cera.
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Passatge Bacardí
Este pasaje, diseñado por el arquitecto Francesc Daniel Molina, fue el primer pasaje cubierto de la ciudad, se construyó entre 1850 y 1859 y conecta la Rambla con la Plaza Real. En sus orígenes, el pasaje formaba parte del terreno del convento de los Capuchinos, destruido en 1836. Debe su nombre al apellido de la familia dueña del terreno. Su diseño innovador, que combina el uso de hierro y cristal, lo convierte en uno de los pasajes más destacados de la ciudad. El puente de hierro que lo cruza es una de sus características más llamativas. Además, la arquitectura de este pasaje simboliza la modernización de Barcelona durante el siglo XIX, especialmente en lo que respecta a las estructuras comerciales y de paso.
Passatge Permanyer
El Passatge Permanyer, inaugurado en 1864, es uno de los más antiguos del Eixample y está especialmente bien conservado. Su diseño fue obra de Jeroni Granell, y sus edificios con una inspiración londinense, combinan estilos como el clásico, árabe y noucentista, lo que lo convierte en un lugar único. Este pasaje fue diseñado para ser un espacio de viviendas de clase alta, con casas que cuentan con detalles arquitectónicos como balcones de hierro forjado, mosaicos y azulejos decorativos. El empedrado original de la calle añade un toque rústico que da un aire de elegancia y nostalgia a la zona.
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Cases del Passatge Permanyer - Jordi Domènech (2011). Via Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0)
Passatge Mercader
El Passatge Mercader se encuentra en la esquina de la calle Provenza, y fue inaugurado a principios del siglo XX. Durante años, albergó el cine Miria, uno de los primeros cines de Barcelona, que cerró en 1962. El pasaje conserva una atmósfera distinguida, con casas de estilo inglés y detalles como naranjos en la calle. La tranquilidad de este pasaje contrasta con el bullicio de las grandes avenidas cercanas, lo que lo convierte en un oasis en medio de la ciudad. A lo largo del pasaje, se pueden ver algunas tiendas y comercios tradicionales, lo que le da un toque pintoresco.
Passatge de les Manufactures
Este pasaje, abierto en 1878, conecta el Eixample y Ciutat Vella y ha sido restaurado recientemente por iniciativa de Yurbban Hotels al adquirir el edificio que lo albergaba. El pasaje es un ejemplo claro de la evolución urbana de Barcelona, ya que muestra la transición entre la Barcelona industrial y la del ensanche moderno. El desnivel de cuatro metros entre ambos barrios es una de las características que más lo distingue. Durante su restauración, se han mantenido detalles arquitectónicos como la escalera noble y el techo artesonado, que aportan un aire histórico al lugar. Este es un pasaje de paso obligado para aquellos que deseen conocer la historia de la ciudad de una forma más íntima.
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Passatge de Lluís Pellicer
Este pasaje es conocido por ser un punto de encuentro gastronómico, con bares y restaurantes destacados como el Bar Velódromo y el Bun Sichi, que fue uno de los primeros restaurantes japoneses en Barcelona. A lo largo de sus 100 metros, el pasaje se ha convertido en un lugar imprescindible para los amantes de la comida. Además, la Asociación de Amigos del Passatge trabaja activamente para preservar su identidad y fomentar actividades que mantengan vivo el espíritu del lugar. El pasaje es ideal para disfrutar de una caminata tranquila mientras se exploran sus diferentes propuestas culinarias.
Passatge de Sert
El Passatge de Sert fue construido en 1867 para albergar la producción de tapices de la familia Sert, conocidos por su relación con el pintor y arquitecto modernista. Este pasaje es un lugar con un encanto especial, que ha sido restaurado a lo largo de los años para mantener su carácter. Hoy en día alberga galerías de arte y estudios de diseño. Su arquitectura industrial, la luz tenue, la vegetación en las fachadas y los balcones contribuyen a su estética única y muy fotogénica. A los más curiosos, el pasaje ofrece una ilustración en la portería que muestra cómo era el complejo fabril en el pasado.
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Passatge Tubella
El Passatge Tubella, inaugurado en 1925, es un pasaje de casitas bajas con jardín en la parte delantera, ubicado en el barrio de Les Corts. Es un ejemplo representativo de los pasajes de la zona, creados para albergar a los trabajadores de las industrias cercanas. Aunque originalmente había 22 casas, hoy sobreviven 18 de ellas, todas con la misma estructura y fachada policromada. Solo un bloque de pisos moderno rompe la uniformidad del conjunto. Este pasaje es muy tranquilo y ofrece una atmósfera relajada, ideal para pasear y disfrutar del entorno.
Si buscas rincones con historia, tranquilidad y un toque de romanticismo en Barcelona, estos pasajes te conquistarán. En tu próxima estancia en Sensation Apartments, te invitamos a perderte por estos mágicos rincones y descubrir la Barcelona más auténtica.
Passatge de la Pau
Este pasaje se encuentra en pleno Barrio Gótico y es uno de los más representativos de la zona. Su fama proviene de la falta ortográfica que se encuentra en la señalización del lugar, donde "Pasage" aparece en lugar de "Pasaje". Aunque es pequeño, su arquitectura del siglo XIX y su atmósfera tranquila lo convierten en un lugar pintoresco. Además, alberga el estudio de los arquitectos Miralles-Tagliabue, responsables del diseño del Pabellón de la Exposición Universal de 2000, y el Chalet del Moro, un conocido prostíbulo de la ciudad a comienzos del siglo XX. Este pasaje es un excelente ejemplo de la capacidad de Barcelona para fusionar lo antiguo con lo moderno.
Passatge del Crèdit
El Passatge del Crèdit fue inaugurado entre 1875 y 1879 sobre el terreno que anteriormente ocupaba el convento de la Enseñanza. Aparte de ser famoso por su arquitectura de hierro y cristal, destaca por su importancia histórica, ya que Joan Miró nació en este pasaje en 1893 y pasó sus primeros años allí. De hecho, la habitación 330 del Hotel Rialto con entrada por el Carrer Ferran, es hoy lo que fue la Casa Natal del artista.
Passatge de la Banca
Este pasaje conecta La Rambla con la Plaza del Pi y está situado en el corazón del barrio gótico de Barcelona. Fue creado para dar acceso a las sedes de importantes entidades bancarias en el siglo XIX. La arquitectura del lugar destaca por su toque neoclásico, y en sus alrededores se encuentran importantes edificios de la época que reflejan la pujanza del sector financiero de Barcelona en ese entonces. Enmarcado entre los dos edificios identicos que dan paso al pasaje, se puede ver un palacete de 1873 que se construyó como sede de una entidad bancaria y que un siglo después se convirtió en el Museo de Cera.
Passatge Bacardí
Este pasaje, diseñado por el arquitecto Francesc Daniel Molina, fue el primer pasaje cubierto de la ciudad, se construyó entre 1850 y 1859 y conecta la Rambla con la Plaza Real. En sus orígenes, el pasaje formaba parte del terreno del convento de los Capuchinos, destruido en 1836. Debe su nombre al apellido de la familia dueña del terreno. Su diseño innovador, que combina el uso de hierro y cristal, lo convierte en uno de los pasajes más destacados de la ciudad. El puente de hierro que lo cruza es una de sus características más llamativas. Además, la arquitectura de este pasaje simboliza la modernización de Barcelona durante el siglo XIX, especialmente en lo que respecta a las estructuras comerciales y de paso.
Passatge Permanyer
El Passatge Permanyer, inaugurado en 1864, es uno de los más antiguos del Eixample y está especialmente bien conservado. Su diseño fue obra de Jeroni Granell, y sus edificios con una inspiración londinense, combinan estilos como el clásico, árabe y noucentista, lo que lo convierte en un lugar único. Este pasaje fue diseñado para ser un espacio de viviendas de clase alta, con casas que cuentan con detalles arquitectónicos como balcones de hierro forjado, mosaicos y azulejos decorativos. El empedrado original de la calle añade un toque rústico que da un aire de elegancia y nostalgia a la zona.
Passatge Mercader
El Passatge Mercader se encuentra en la esquina de la calle Provenza, y fue inaugurado a principios del siglo XX. Durante años, albergó el cine Miria, uno de los primeros cines de Barcelona, que cerró en 1962. El pasaje conserva una atmósfera distinguida, con casas de estilo inglés y detalles como naranjos en la calle. La tranquilidad de este pasaje contrasta con el bullicio de las grandes avenidas cercanas, lo que lo convierte en un oasis en medio de la ciudad. A lo largo del pasaje, se pueden ver algunas tiendas y comercios tradicionales, lo que le da un toque pintoresco.
Passatge de les Manufactures
Este pasaje, abierto en 1878, conecta el Eixample y Ciutat Vella y ha sido restaurado recientemente por iniciativa de Yurbban Hotels al adquirir el edificio que lo albergaba. El pasaje es un ejemplo claro de la evolución urbana de Barcelona, ya que muestra la transición entre la Barcelona industrial y la del ensanche moderno. El desnivel de cuatro metros entre ambos barrios es una de las características que más lo distingue. Durante su restauración, se han mantenido detalles arquitectónicos como la escalera noble y el techo artesonado, que aportan un aire histórico al lugar. Este es un pasaje de paso obligado para aquellos que deseen conocer la historia de la ciudad de una forma más íntima.
Passatge de Lluís Pellicer
Este pasaje es conocido por ser un punto de encuentro gastronómico, con bares y restaurantes destacados como el Bar Velódromo y el Bun Sichi, que fue uno de los primeros restaurantes japoneses en Barcelona. A lo largo de sus 100 metros, el pasaje se ha convertido en un lugar imprescindible para los amantes de la comida. Además, la Asociación de Amigos del Passatge trabaja activamente para preservar su identidad y fomentar actividades que mantengan vivo el espíritu del lugar. El pasaje es ideal para disfrutar de una caminata tranquila mientras se exploran sus diferentes propuestas culinarias.
Passatge de Sert
El Passatge de Sert fue construido en 1867 para albergar la producción de tapices de la familia Sert, conocidos por su relación con el pintor y arquitecto modernista. Este pasaje es un lugar con un encanto especial, que ha sido restaurado a lo largo de los años para mantener su carácter. Hoy en día alberga galerías de arte y estudios de diseño. Su arquitectura industrial, la luz tenue, la vegetación en las fachadas y los balcones contribuyen a su estética única y muy fotogénica. A los más curiosos, el pasaje ofrece una ilustración en la portería que muestra cómo era el complejo fabril en el pasado.
Passatge Tubella
El Passatge Tubella, inaugurado en 1925, es un pasaje de casitas bajas con jardín en la parte delantera, ubicado en el barrio de Les Corts. Es un ejemplo representativo de los pasajes de la zona, creados para albergar a los trabajadores de las industrias cercanas. Aunque originalmente había 22 casas, hoy sobreviven 18 de ellas, todas con la misma estructura y fachada policromada. Solo un bloque de pisos moderno rompe la uniformidad del conjunto. Este pasaje es muy tranquilo y ofrece una atmósfera relajada, ideal para pasear y disfrutar del entorno.
Si buscas rincones con historia, tranquilidad y un toque de romanticismo en Barcelona, estos pasajes te conquistarán. En tu próxima estancia en Sensation Apartments, te invitamos a perderte por estos mágicos rincones y descubrir la Barcelona más auténtica.